Joyas, color y una gran ausencia: la primera cena de gala poscovid de la Casa Real sueca

Una de las monarquías que faltaba por instaurar la 'nueva normalidad' en sus agendas era la sueca, algo a lo que han puesto remedio esta semana. Después de la visita de Estado de Guillermo y Máxima de Holanda a Alemania, de la de Felipe y Letizia a Andorra o de la que hicieron hace no mucho el presidente surcoreano y su esposa a nuestro país, ha llegado el turno de los reyes Carlos Gustavo y Silvia de Suecia, que reciben estos días al presidente federal alemán, Frank-Walter Steinmeier, acompañado por su esposa, Elke Büdenbender. Y ha sido un regreso de las grandes citas a Suecia que ha tenido de todo: joyas, mucho color y hasta una gran ausencia. Joyas, color y una gran ausencia: la primera cena de gala poscovid de la Casa Real sueca Joyas, color y una gran ausencia: la primera cena de gala poscovid de la Casa Real sueca

Los primeros actos de la visita de Estado se han desarrollado durante todo el día en la capital, con los propios reyes y Victoria de Suecia como principales anfitriones, aunque también ha habido hueco para la sorpresa, ya que hemos visto cómo la princesa Sofía hacía un alto en el camino de su baja maternal para incorporarse al almuerzo oficial que ha tenido lugar en palacio. Un vestido azul marino con pequeños topos blancos de LK Bennet ha servido para esta vuelta al trabajo, menos de seis meses después de que diera a luz a su tercer hijo, el príncipe Julian.

Y tras esto, uno de los momentos más esperados, la noche y la cena de gala, para la que las damas de la familia Bernadotte han echado el resto. Precisamente, la Casa Real de Suecia fue la primera que, en marzo de 2020, tuvo que anular una gran cita en el Palacio Real de Estocolmo por la situación sanitaria. Así que, un año y medio después, han podido resarcirse. Se ha desempolvado la vajilla y la cristalería de las grandes ocasiones y por fin el gran salón ha acogido una cena de Estado, que también estaba adaptada al contexto marcado por el covid.

Joyas, color y una gran ausencia: la primera cena de gala poscovid de la Casa Real sueca

Pero la ocasión lo merecía y no han faltado las mejores joyas de la familia Bernadotte, y tanto la reina Silvia como la princesa Victoria han querido tirar de algunas de sus piezas favoritas. Empezando por la esposa de Carlos Gustavo, que no ha dudado en sacar la artillería pesada de su joyero, con la tiara Sofía y un impresionante collar de esmeraldas, brillantes y diamantes, a juego con los pendientes y el broche.

Incluyendo el vestido, es exactamente lo mismo que eligió para la ceremonia de los Premios Nobel de 2018. Se dice que la tiara, encargada por el rey Oscar II para su esposa, Sofía de Nassau, es una de las más difíciles de llevar de todas las que tiene Silvia a su disposición. Pero, curiosamente, es una de sus favoritas junto con la de zafiros, por la que tiene una debilidad especial.

Por su parte, también la princesa Victoria ha repetido vestido, en este caso un diseño de Escada en color rojo que ha acaparado toda la atención. Además, también ha llevado otra de las grandes piezas del joyero familiar. En su caso, la tiara Connaught, realizada en diamantes con diferentes tipos de talla. Representa una guirnalda de 'no me olvides', haciendo cinco bucles, de los que cuelgan gotas de diamantes. También es una de las que tanto la reina Silvia como sus dos hijas usan con más frecuencia. Y es una de esas joyas que se pueden reconvertir en una pieza diferente, ya que puede hacer las veces de gargantilla, pero además los diamantes que cuelgan de las guirnaldas se pueden utilizar como pendientes de forma individual.

Madre e hija estaban resplandecientes y casi han hecho olvidar la que ha sido la gran ausencia de la noche. Sofía de Suecia, aunque se había incorporado a los actos de la mañana, no ha asistido a esta cena de gala, por lo que hemos visto al príncipe Carlos Felipe en solitario.