El arte de construir réplicas de superdeportivos con chatarra

Cuesta 30.000 euros

Un taller tailandés ha creado copias del Bugatti Chiron o elMercedes-Benz 300 SL Gullwing con piezas de desguace

Martí Figueras

Conducir un hiperdeportivo de lujo es un anhelo que la mayoría de personas no pueden permitirse por elevado precio que estos coches tienen. Solo quienes disponen de una cuenta corriente muy abultada están en disposición de darse el capricho de comprarse todo un Bugatti Chiron como ocurre con algunos cantantes de reguetón, con Bad Bunny a la cabeza. De ello hemos dado cuenta en anteriores informaciones.

El artista puertorriqueño, no obstante, después de gastarse más de 3 millones de euros con su superdeportivo acabó hastiado del coche poco tiempo después de hacer semejante desembolso. Hasta el punto de llegar a declarar que no sabía qué hacer con él para poder pasar desapercibido. No es extraño que todo el mundo supiera que aquel era el auto de Bad Bunny, porque como él mismo contó el suyo ha sido el primer Chiron que desembarcaba en la isla.

El arte de construir réplicas de superdeportivos con chatarra

Presumir de un Chiron se puede hacer ahora por mucho menos dinero. En un taller artesanal de Tailandia se han fabricado un par de réplicas de este modelo por un precio mucho más módico: 30.000 euros la unidad. Esta es la cantidad (un 1% de su valor real) que un cliente sueco ha pagado a los responsables del taller Scrap Metal Art Thailand para hacerse con una copia del coche francés.

Desde lejos, el Chiron parece real pero de cerca no engaña: no hay rastro del lujo del hiperdeportivo de los 3 millones de euros

Como no podía ser de otra manera, las dos unidades del Bugatti Chiron fabricados en Tailandia tienen truco. Se trata de sendos ejemplares construidos íntegramente a mano a partir de piezas de vehículos que habían sido desguazados previamente.

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La cámara también muestra un Ferrari 250 GTD que todavía está en proceso de construcción. La carrocería del Mercedes está confeccionada con tuercas, tornillos y otras piezas de pequeñas dimensiones soldadas entre sí.

Este singular taller tiene clientes de 40 países del mundo y también construye superhéroes de ficción de más de 10 metros de altura

Scrap Metal Art Thailand abrió sus puertas en 2012 y trabaja en la realización de encargos que le llegan de más de 40 países del mundo. Entre sus clientes figuran miembros de las casas reales de los Emiratos Árabes Unidos y de Kuwait. Los coches no son las únicas piezas que fabrican los artesanos del taller. También trabajan en la construcción de pequeños objetos que se pueden conseguir a partir de 2.500 euros y estructuras metálicas enormes de más de 10 metros de altura.

Entre estas últimas piezas, destacan la construcción de las réplicas de los robots que aparecen en la película Tranformers y otros superhéroes del mundo de la ficción como Robocop o Terminator. Para admirarlas de cerca -miden más de 10 metros de altura- es necesario subirse a la escalerilla de avión que los responsables del taller-museo ponen a disposición de los visitantes. Para acceder al recinto hay que abonar el equivalente a 1,8 euros que cuesta la entrada.

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