De machos a nuevas masculinidades: así reeducan a hombres de Edomex

TOLUCA.- Cada que Manuel se mueve, la pesadilla del dolor en las costillas regresa. Una noche de febrero de este año fue golpeado por sus vecinos; las copas nublaron su juicio y confundió a una joven con su hija, la abrazó -al menos así lo recuerda- y ella comenzó a gritar. Fue acusado del delito de violación en grado de tentativa y terminó en la cárcel.

Días antes de la noche que cambió su vida, su mujer lo había abandonado. Nunca se preocupó por asumir sus responsabilidades como miembro de un hogar y se asumía sólo como proveedor; se dedicaba a trabajar como albañil y los domingos, de manera casi religiosa, se iba a beber cerveza con sus amigos.

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Lo anterior, reconoce, no tenía nada de malo hasta que lo tuvo todo de malo.

Aunque para muchos hombres sea algo inconcebible, existen escuelas para “reeducarlos” en su concepto de masculinidad, en su ser macho, en su ser sólo proveedor y hasta en su rol de esposos y padres. Ello se ha hecho necesario ante los crecientes índices de violencia al interior de las familias, los cuales se han incrementado todavía más con motivo de la pandemia.

En marzo del año pasado, cuando se lanzó la Jornada Nacional de Sana Distancia, se recibieron 62 por ciento más llamadas de emergencia al 911 relacionadas con incidentes de violencia contra la mujer que en marzo del año anterior. Era sólo el inicio de la otra pandemia. Mujeres e infantes conviviendo todo el día con sus agresores.

La Red Nacional de Refugios reportó que tan solo en los primeros cinco meses de 2021, al menos 13 mil 631 mujeres huyeron de casa con sus hijas e hijos debido a la violencia que enfrentaban.

Es por ello que los Centros de Desarrollo para Masculinidades Positivas (CeDeMas+) en el Estado de México cobraron fuerza. Ahí se brinda una intervención individual y grupal a hombres que buscan abandonar prácticas violentas; tres de esos centros están ubicados en municipios que cuentan con doble Alerta por Violencia de Género: Toluca, Ecatepec y Naucalpan.

A los CeDeMas+ no sólo llegan los hombres que voluntariamente quieren romper con el círculo de violencia y ponerse las “gafas violetas”, es decir, vivir con una perspectiva de género. También llegan los generadores de violencia que fueron sentenciados por algún delito y son obligados por un juez a recibir apoyo.

LA HISTORIA DE MANUEL

“Cuando iba a beber cerveza mi mujer me preguntaba que en dónde había estado y yo le respondía que eso no le importaba. Un día se fue, me dejó. Entonces agarré la botella durante cuatro días. Cuando iba de regreso a mi casa pasó, recuerdo que la abracé porque pensé que era mi hija, tenía ropa parecida. Eso es lo que recuerdo antes de los golpes. Me mandaron un mes y medio a la ‘peni’. Estoy en libertad condicional, tengo que hacer trabajos comunitarios, ir a firmar al penal y tomar estas terapias. Yo sólo quiero recuperar a mi familia, ahorita vivo solo”.

HAY 157 HOMBRES EN TERAPIA

De machos a nuevas masculinidades: así reeducan a hombres de Edomex

Fernanda López Vences, subdirectora de Prevención de las Violencias de la Secretaría de las Mujeres, señaló que el objetivo es recuperar el tejido social desde la perspectiva de género y las masculinidades positivas, pues la violencia patriarcal -añadió- no sólo es contra las mujeres, es sistemática y en ella estamos envueltos desde la infancia.

En los CeDeMas+ de Toluca, Ecatepec, Naucalpan, Ixtlahuaca y Valle de Bravo, a la fecha, hay 157 usuarios o pacientes, a quienes se les recomienda tomar al menos 20 sesiones, tanto de terapia individual como grupal.

ARTURO FUE ACUSADO DE ACOSO

“A mí me acusaron de acoso sexual en contra de la hija de mi cuñada. No fue así, como yo vivo en un pueblo, ahí está permitido hacer sus necesidades en donde se pueda. Ese día yo estaba orinando y mi cuñada pensó que estaba acosando a su hija”, así comienza su historia Arturo.

Aunque no se encontraron motivos para condenarlo, reconoce que la vida le cambió totalmente desde ese día. Ahora sabe que las violencias que ejerce no son físicas ni sexuales, y ni siquiera las había notado.

Se sienta cómodo a relatar su historia, no le da vergüenza porque ha cambiado, según afirma. Solía regañar a sus hijos y a no involucrarse en las tareas del hogar.

NO SÓLO ES TERAPIA, ES REEDUCACIÓN

Manuel Jiménez Legarreta, psicólogo del área de Reeducación para Hombres Generadores de Violencia, reconoce que el reto es mayor que sólo atender a pacientes que tienen la disposición para el cambio; a los CeDeMas+ llegan hombres que no están conscientes de las violencias que ejercen.

Para el especialista, el problema del reconocimiento de la práctica violenta es que está normalizada. Cientos de hombres se han acercado a decir que no golpean, no generan daños físicos visibles, pero eso no significa que no hayan lastimado o sometido a alguien.

“La pregunta del usuario es ‘¿Tú por qué me consideras violento?’, entonces primero hay que avanzar desde la identificación de las prácticas violentas; para ellos es inexistente o no la quieren ver, no quieren reconocer que ellos han generado o generan algún tipo de violencia, pero ésta siempre tiende a escalar; muchas veces inicia como una broma, pero hay que tomar en cuenta que, cuando la dominación es lo que se está buscando, entre bromas, quizás pensando que queremos proteger al otro, vestidos de que somos buenos, la práctica violenta se esconde, se maquilla”.

CARLOS REQUIRIÓ APOYO POR PROBLEMAS DE DEPRESIÓN

Perder un matrimonio de 14 años, que tuvo como fruto tres hijos, para Carlos fue motivo suficiente para caer en depresión. Pensaba que con llevar el dinero al hogar era suficiente.

Carlos tiene 43 años pero en el último año los pensamientos suicidas le cayeron como espanto. No se iban de su mente. Firmar el divorcio fue la gota que derramó el vaso en su salud mental.

Aún nervioso, Carlos relata a La Silla Rota que él no se consideraba violento, hasta que buscó la ayuda en el CeDeMás+. Veía las labores domésticas como responsabilidad de su esposa, él le ayudaba un poco, sí, pero sólo eso.

“A veces como hombres pensamos que tenemos ese cierto miedo de decir que nos equivocamos por el hecho de que hay un patriarcado. Pensamos que nosotros somos, a final de cuentas, los principales en el sentido de proveer pero creo que ya en la actualidad, hombres y mujeres somos iguales, tenemos las mismas oportunidades”.

Arturo no reparaba en los roles preestablecidos que se habían generado en su hogar. Lleva varios meses de terapia a la que acudió porque lo canalizaron desde los juzgados porque consideró un juez que necesitaba rehabilitación.

“Sí he mejorado un buen, he aprendido a valorar y a ser una mejor persona, valoro la vida y respeto a los demás, en especial a mi familia, a ellos les estoy inculcando cómo comportarse bien. Lo que me pasó (estar acusado de acoso sexual) nos pasó a perjudicar a todos. Aquí no hay más que comprobar. Yo no valoraba, con mi familia era muy impulsivo pero ahorita gracias a la reeducación, aprendí cómo manejar la vida, soy más tranquilo, ahora hablo con mis hijos. Tengo un varón, todo esto también se lo estoy enseñando a él, a mi hijo sí le recomendaría venir”.

Manuel, en medio de la crisis emocional que aún vive por haber sido señalado como violador, incluso haber sido golpeado por ello, y por haber perdido a su esposa, ha comenzado a notar el cambio.

“Hoy vivo solo, ahora sólo espero que mi esposa me perdone. Ella nunca me dejó solo, ni cuando estaba en la cárcel, ella me ayudó a pagar los 7 mil pesos de la reparación del daño que la joven que abracé pidió; pero también me pide pruebas, pruebas de que he cambiado, de que entiendo y, de verdad que entiendo. Nunca le dije ‘te quiero, te amo’, ¿por qué nunca lo hice? No lo sé, pero ahora ya puedo decirlo, ya entiendo que hay que trabajar los dos en la casa. Dice el dicho ‘Nunca es tarde’”.

LA LÍNEA HOMBRE A HOMBRE

No todos los que necesitan ayuda saben dónde buscarla, tampoco saben que hay una línea para hombres en la que se les atiende en momentos de crisis, se les brinda una contención afectiva. El año pasado fue lanzada la línea Hombre a Hombre, así como programa “No estás solo” de la Secretaría de las Mujeres.

Los mexiquenses pueden llamar al 800-900-4321, las 24 horas del día y los 365 días del año para recibir contención vía telefónica, ya que no sólo se trata de quienes ejercen violencia, sino de quienes atraviesan crisis emocionales.

Son los hombres quienes menos buscan ayuda, lo que se visibiliza en los suicidios que en 2020 tuvieron un incremento del 16 por ciento con 832, ya que durante 2019 ocurrieron 715, mientras que en 2018 fueron 585, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía; la mayoría de las víctimas fueron hombres.

fmma