Desnudarse no mata neuronas, la gran lección que aprendimos en ‘La casa fuerte’

Tom, mirando a una mujer, hecho inédito. (FOTO: TELECINCO)

Yo no sé para qué la gente lee libros de ciencia y de gente que se pasa la vida investigando cosas. La tele es mucho más educativa y aprendes preceptos que ya los hubiera querido para sí Avicena, Hipócrates y el doctor Cavadas. Por ejemplo: que si enseñas la pechuga no te quedas taruga.

O eso nos dijo Mari Cielo Pajares anoche en La casa fuerte. Porque claro, ella ha enseñado teta más que pisos una inmobiliaria y defiende, con buen criterio, que eso no te deja tonta, ni que posar desnuda fuera como darse golpes en la cabeza.

Pero antes de profundizar en esto, profundizad en mis redes sociales:

Instagram: @GusHernandezGH / Twitter: @realityblogshow / Facebook: Gus Superviviente Hernandez.

Y vamos con el resumen del estreno.

Jorge Javier Vázquez se había puesto el pelo verde. Azul. Verde. Azul. Ni puta idea de qué color era, pero parecía la madre de Miguel Bosé.

La cocina de los acampados no es que fuera vieja, es que entra ahí Chicote y le dan los siete males. Lo único que cocinaría ahí Chicote es un cóctel molotov. Además, los acampados se tienen que duchar con agua fría, la excusa ideal para no hacerlo hasta que los sobacos se les separen como el papel de una magdalena.

“Opinionismo televisivo“, dijo JVV sobre la profesión de los colaboradores. Sí, hay una casilla en la declaración de la renta que pone justo eso. Y si la marcas y echas el borrador aparecen dos señores de uniforme y te llevan.

“Todavía no me he enrollado con ningún concursante“, dijo JJV. Pues no será por falta de tonteo y/o flirteo.

Iván González se dedicaba a tomarse cada frase o palabra del presentador como una indirecta hacia él, porque se piensa que es irresistible. Y sí, es irresistible, pero más en el sentido de insoportable.

Los concursantes llegaron al concurso donde concursaban (toma redundancia) en una carroza antigua y entre eso y la carpa de circo parecía una película de terror.

Samira al parecer ha tenido movida con Tom y Sandra y estaban de morros. Al parecer Tom y Samira se conocían ya. Tom se ha enrollado con media España. Si vuestra tía Aurelia, la del pueblo de 85 años va a un reality en el que esté Tom lo más probable es que se haya enrollado con ella.

“Te invité a subir porque quería enseñarte mi casa”, dijo Tom de cuando se conocieron él y Samira. Claro, Tom es muy de enseñar los interiores. Los de su calzoncillo. A Tom el pene le quema dentro del pantalón. Tiene el ciruelo como una cobra tratando de salir de una cesta de mimbre.

“Tú y yo nos enrollamos”, le dijo Samira a Tom. Y Tom hizo lo que mejor sabe hacer: negar que se ha enrollado con gente. Es el Cervantes de la negación. A Tom le pillas con la lengua en la boca de una chica y te dice que le estaba explorando los molares.

“¿Cómo me voy a enrollar con Samira? Tengo más clase“, dijo Tom a Sandra para negar el asunto. En primer lugar, Samira no tienen nada malo y el que no tiene clase es Tom, que le pones un vestido a una cabra y se la sube a casa.

Desnudarse no mata neuronas, la gran lección que aprendimos en ‘La casa fuerte’

Rebeca se bajó de la carroza y los caballos se encabritaron. Si se queda un poco más hasta liga. Antonio Pavón no sabía quién era, algo que Rebeca se tomó muy a pecho. No es un chiste.

Cristini, que tiene nombre de aperitivo de pan de restaurante italiano, llegó como si llegara a una pasarela, pero no, eso era un camino de cabras cojas en medio del campo y estaba lloviendo, así que estaba más fuera de lugar que una patata en una ferretería.

El primer día, cuando todos se conocieron, Pavón estaba desatado. Le gusta más la silicona que a una ventana vieja y tenía los ojos que no le daban ya para mirar tetas. Se le acumulaba el trabajo

Tom llevaba un traje que parecía un castigo. Cuando se lo compró llegó al dependiente y le pidió lo más feo que tuviera.

Sonia Monroy llegó con su marido, que se hace llamar Yeidi, porque se llama Juan Diego y las iniciales son JD y como es colombiano y habla español, pues lo dice en inglés. Tiene el mismo sentido que cagar haciendo el pino. “En Asturias te llamaríamos Juan Diego”, dijo Lara Álvarez. En Asturias no le llamarían. Para nada.

“En el proceso de enseñar una teta nunca he perdido una neurona, no se pierden“, dijo Mari Cielo Pajares. El proceso complicado y laborioso de enseñar una teta. Hay ingenieros de la NASA que trataron de enseñar una teta y no les salió bien de lo complejo que es.

Samira dijo que los hombres sucios y roñosos no le gustan. Qué tía más rara, con lo atractiva que es tu buena costra de mierda. En Tinder te pones traje y no follas, pero sales con pinta de oler a ingle de cerdo y no das a basto.

Mahi llevaba unas plataformas que eso no eran zapatos, eran andamios. Con esas suelas puedes pisar lava y tener los pies fríos. Además se había puesto una chaqueta de confeti que probablemente hizo una Nochevieja revolcándose en el suelo después de comer las uvas.

A Cristini tuvieron que ayudarla a bajar la pasarela para evitar que se abriera la cabeza, porque iba vestida que tiene más movilidad un gnomo de jardín. Rebeca, directamente, bajó con el culo, porque llevaba unos tacones que son sólo para terrenos planos y recién solados.

Fue entrar Isa Pantoja y Asraf y le dijeron toda la movida de su hermano con su madre y JJV le hizo un perfecto resumen de todos los insultos que Paquirrín le ha dedicado a Isabel Pantoja. Y claro, le dio un ataque de ansiedad gordo.

¿Te puedes creer Paco que le digo al Manolo que su abuela ha sido devorada por mapaches y va y se disgusta? Pues igual fue la sorpresa que se llevó la organización de La casa fuerte cuando le dijeron a Chabelita que su hermano había llamado mala madre a su madre y se puso a llorar.

Le cuentas a la muchacha que su hermano y su madre están a un paso del duelo a navaja y oh, sorpresa, se disgusta. ¿Quién lo iba a pensar?

“Un aplauso para Isabel, que lo necesita”, dijo Lara Álvarez, porque con aplausos se pasa todo. A un psicópata le aplaudes y se cura.

“No podíamos evitar no contarte lo que estaba pasando, pero si es tu elección puedes elegir permanecer ajena a lo que pasa fuera”, le dijo JJV. A buenas horas pelos verdes.

Hicieron un juego para emparejar a los concursantes que no entraban con pareja. Les habían puesto en traje de baño y debían meterse a una piscina a buscar cosas con los ojos tapados.

“Tenemos hasta una espada que flota”, dijo Lara. La típica espada que flota. Si Excalibur hubiera sido así la habría encontrado el primero que pasara.

Cristini se echó a la piscina antes de tiempo y luego era incapaz de salir del agua.El caso es que tenían que echarse al agua con unas gafas con las que no podían ver y debían encontrar unos lingotes en el fondo.

Rebeca y Mari Cielo Pajares casi se hostian por un pollo de goma. En serio, que he visto reyertas más pacíficas que estas dos peleando por un muñeco. “Hay tres lingotes de oro en la piscina“, les dijo como pista Lara. De oro del cagó el moro.

Albert, Antonio Pavón y Cristini cogieron los lingotes de no-oro. Cristini eligió primero y escogió como pareja de concurso a Rebeca. Albert eligió a Mari Cielo y así a Pavón le tocó ser pareja de Samira.

“Siempre pasión, nunca in-pasión”, dijo Rafa, el novio de Mahi, que piensa que un Antónimo es Antonio dicho con un polvorón en la boca.

El caso es que la audiencia, ese ser informe y etéreo con más poder que Zeus enganchado a la luz de una farola, decidió que Mahi y Rafa tuvieran la habitación suite de lujo.

“De la emoción que tengo me estoy meando encima”, dijo Mahi, a la que le tienes que dar una buena noticia y una Tena Lady.

Vimos que el primer día Samira y Cristini tuvieron bronca porque la segunda hizo un comentario sobre que el ex de Samira le escribía por Instagram, algo que Samira se tomó a mal y lloró.

Salió andando rápido Samira y detrás de ella Cristini empeñada en que la perdonara. “¡MÍRAME!”, decía la brasileña, “¡No me hables!”, respondía Samira mientras huía.

Cristini cuando quiere que la perdones, LA PERDONAS. Cristini veía a Marco buscando a su madre y pensaba que lo querían en niño y el mono era perdón y no abrazos maternales.

Ya en directo hubo bronca de nuevo. “Los sentimientos no se compran en quirófano“, le dijo Samira a Cristini. Claro, se compran en la Sentimentería. Si tienes dinero puedes adquirirlos en El Sentimiento Inglés o en Massimo Sentutti.

“Me suda un pie”, acabó por decir Samira sobre el asunto, porque a ella los conflictos le producen sudoración plantar.

“Algún día ojalá pueda casarme y si no, me quedaré para vestir santos”, dijo Samira, que cree que vive en el siglo XIX y que si no se casa habrá fracasado en su tarea como mujer, esposa y madre.

Y llegó el juego de la noche, para decidir el resto de residentes. En un despliegue de medios sin precedentes, habían puesto un laberinto con alpacas de paja y con los ojos tapados, porque en este programa todos los juegos se hacen sin ver, debían buscar huevos mientras sus parejas les indicaban chillando como gatos estrangulados.

Los demás concursantes les tiraban globos llenos de moco verde. Cristini se llevó un buen chorretón en la cara, que parecía que venía de vomitarle encima Alien en un día de empacho.

Cristini en dos pruebas en las que participó, en dos pruebas en las que trató de hacer trampas. Cristini no se salta las normas, ella las atraviesa apuñalándolas y sacándole las entrañas. Chabelita contó los huevos que había cogido Asraf y sus manitas de castorcillo engañan, agarraba los huevos con una facilidad pasmosa.

Tom se enfrentó a Mari Cielo en lo de buscar huevos. El problema es que eran huevos, porque si llegan a ser tetas Tom los encuentra sin problema, como un cerdo trufero. Mari Cielo era incapaz de encontrar un puñetero huevo. La pones delante de los cojones de un elefante y piensa que son melones colgados.

“Vamos a tener que practicar más con el tacto de los huevos“, le dijo Lara Álvarez como consejo a Mari Cielo, que piensa que lo que los hombres tienen a los lados del pene son bolas de Navidad forradas de cuero arrugado.

Sonia Monroy tenía que dirigir a su marido y le chillaba como un sargento de la legión cabreado. “¡AGÁCHATE, AGÁCHATE COÑO, DIEGO, COÑO!”. Yo soy Diego y me echo al suelo hecho un ovillo a llorar. Se enfrentaba a Samira, que iba por el laberinto como el que pasea por una pasarela de ropa interior.

El caso es que Samira y Pavón; Sandra y Tom y Asraf y Chabelita se hicieron con sendas habitaciones. Por decisión del resto de compañeros se decidió que Isa Pantoja y Asraf se llevaran la cantidad más alta de la noche: 4.000 euros. Se pasó el disgusto.

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