Llevar ropa interior bajo el culotte, ¿sí o no?

A pesar de que para los ciclistas experimentados la respuesta es obvia, muchas son las personas que, por desconocimiento o por falta de experiencia, todavía hacen uso de ropa interior bajo una prenda tan técnica como es el culotte de un equipamiento de ciclismo. ¿Es necesario llevar ropa interior bajo el culotte? Por supuesto que no, e incluso resulta contraproducente pues, en caso afirmativo, el culote pierde todos los beneficios para los que ha sido diseñado: favorecer la comodidad y rendimiento del ciclista y prevenir la aparición de bacterias y malos olores derivados del sudor.

¿Ropa interior? No, gracias

El culotte de un equipamiento de ciclismo está compuesto por dos elementos indivisibles: el culotte propiamente dicho, y la badana. Esta última es la encargada de proteger las partes más nobles de cualquier deportista y está diseñada única y exclusivamente para ser utilizada en contacto directo con la piel, sin ropa interior de por medio. La función de la badana es sumamente importante: por un lado, previene roces y magulladuras a la par que aporta la comodidad necesaria para rodar durante horas encima de una bicicleta; y por otra, evita la proliferación de bacterias, hongos y otros indeseables elementos, además de evitar la aparición de malos olores.

Llevar ropa interior bajo el culotte, ¿sí o no?

En lo que respecta al culotte y al igual que muchas otras prendas técnicas deportivas, está fabricado con tejidos especiales cuya función no es otra que convertirse en una segunda piel para, por un lado, favorecer el rendimiento del ciclista por vía de distintos mecanismos (transpiración, compresión muscular, aerodinámica, etc) y por otro proporcionar a la piel protección frente a elementos agresivos como los rayos UV del sol, roces leves o picaduras de insectos, entre otros.

Llevar ropa interior bajo un culotte es, por llamarlo de alguna manera, un pecado deportivo. Con unos calzoncillos o bragas bajo la prenda técnica, se pierden todas las ventajas para las que ha sido diseñada originalmente, además de abrir la puerta a tipo de problemas: roces por costuras y pliegues, proliferación de bacterias y hongos por la acumulación de sudor y, mal olor, muy mal olor. En el caso de las mujeres y los períodos de menstruación, en el mercado existen culottes especiales diseñados exclusivamente para esos días del mes en los que, dependiendo de la mujer, un tampón higiénico puede resultar insuficiente. De una manera o de otra, culotte y ropa interior nunca ha sido una buena combinación.