El nasobuco que usan los cubanos no protege ante Ómicron, advierte uno de los creadores de Soberana 02

El químico Daniel García Rivera, uno de los creadores de la vacuna cubana anticovid Soberana 02, alertó que los nasobucos de tela, el medio de protección que usan los cubanos de a pie desde el inicio de la pandemia ante la inaccesibilidad de otros de mayor calidad, podrían no ser suficientes ante la alta capacidad de contagio de Ómicron.

"Casi todos nosotros usamos nasobucos de un tejido o material que no está hecho para evitar la infección con este virus. No importa que lo usemos doble, es que no está hecho para eso", alertó en una publicación en su muro de Facebook.

"Muchas veces es hecho en casa, con amor y buen gusto, a veces combina con la ropa exterior y hasta la interior, pero la realidad es que si estás en un lugar cerrado y cerca de un infectado, no logrará detener un proyectil de precisión como es Ómicron", escribió.

García Rivera subrayó que con la nueva variante del virus "las medidas de protección hay que llevarlas al extremo".

El científico alertó que un nasobuco de tela, "en espacios cerrados es como si fuera un escudo de hojalata contra una bala trazadora. Piensa que Ómicron ha llegado al límite de transmisibilidad de los virus que contagian humanos, que es el sarampión".

El nasobuco que usan los cubanos no protege ante Ómicron, advierte uno de los creadores de Soberana 02

En el foro de la publicación de Rivera, el científico cubano Amílcar Pérez Riverol señaló que "las máscaras, respiradores tipo N95, KN95 o FFP2 funcionan contra todas las variantes, incluida Ómicron y reducen el contagio a >1-2%. Quien pueda, vale la pena invertir en algunas para usarlas en las situaciones de aglomeración en ambientes interiores y reutilizarlas (que es posible)".

No obstante, los dirigentes cubanos se muestran en televisión y en sus apariciones públicas usando mascarillas FFP2 y N95. Las mascarillas desechables en la versión de tres capas son vendidas a través de tiendas virtuales del Gobierno como Bazar Regalo, donde la caja de 50 unidades cuesta 10.52 dólares.

Los cubanos comunes y corrientes, en cambio, han tenido que recurrir desde el inicio de la pandemia a nasobucos artesanales, fabricados mayormente en casa sin avales de seguridad y eficacia y con las pocas telas a mano.

A fines de diciembre, el propio Rivera, profesor de la Universidad de La Habana, director del Laboratorio de Síntesis Química y Biomolecular vinculado a la estatal BioCubaFarma y presidente de la Federación Latinoamericana de Asociaciones Químicas, alertó de lo que sobrevendría para Cuba ante la expansión de Ómicron en los países vecinos.

"Yo no paro de decirlo, pero seguimos haciendo conciertos. Como si no supiéramos lo que está pasando en el mundo. MINSAP, da la voz de alerta por favor. Hay que pararlo todo ya", pidió ante el silencio de las autoridades.

A pesar de que el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) cubano decidió adelantar la aplicación de una vacuna de refuerzo desde ese mismo mes, que debe finalizar al cierre de enero, los casos se han disparado desde fines de diciembre y alcanzaron los 1.943 en la pasada jornada.

Aunque las autoridades cubanas no han precisado el grado de responsabilidad de la expansión de la variante Ómicron en el incremento de los enfermos, en una reciente reunión de Gobierno se informó que esta ha sido secuenciada ya en pacientes de 11 provincias.

A pesar de ello, el Gobierno realiza una caravana en saludo al nuevo aniversario de la llegada al poder de Fidel Castro que atraviesa el país y reúne a cientos de personas en aglomeraciones y ceremonias políticas.