¿Belleza interior? - Katy Mikhailova - Chic Chic

Tengo un amigo que dice que de lo de "menos es más" se lo han inventado los pobres y que lo de que "la belleza está en el interior" los feos. Para pobre y feo, él. Pero, ahora, el interior parece cobrar más protagonismo que nunca, en un momento en el que los periodistas están ejecutando (y nunca mejor dicho) un oso-cidio colectivo por día, con cámaras de grabación del móvil, para mostrarnos que los osos de Tous están vacíos. Y que nosotros hemos vivido engañados, creyendo que había relleno de avellanas con nueces de macadamia, señores.

Antes de seguir con estos animales… lo de que no se lleven los toros pero sí la estética del torero es algo que no termino de comprender y encajar. Pero sin entrar en el debate de si la tauromaquia es arte o es crueldad, voy a debatir con ustedes el último desfile de Jean Paul Gaultier, que es tan horrible como sublime a partes iguales. Y es que, queridos lectores, lo de sacar a un bailarín de ballet vestido de torero y caminando como si estuviera bailando en el Bolshoi me ha parecido una auténtica aberración de la coherencia y del buen gusto.

Pero quitando estos pequeños detalles de hortera-recién-aterrizado-en-España que se lleva la impresión de que aquí son todo paellas y "olé", lo que vimos este miércoles (yo desde el iPhone en mi cama, y tan a gusto) fue una despedida por todo lo alto del del creador que lleva 50 años haciendo de las suyas: alta costura estrafalaria digna de admirar.

1.800 invitados, una hora de música y de fiesta, y esa maravillosa capacidad de juntar a dos divas tan opuestas pero tan parecidas al mismo tiempo como Irina Shayk con Rossy de Palma, que si algo tiene en común es saber llevar la belleza racial sin complejos. Fue una auténtica oda a la moda sostenible, a la capacidad de saber bajarse del éxito a tiempo y no morir con las botas puestas (aunque sean estas de materiales eco). Un espectáculo que hay que juzgar como espectáculo y no herramienta para vestir a Occidente. L’art pour l’art, y que las colonias hagan de las suyas (que es de lo que se nutrirán la mayoría de marcas similares). Y, por si fuera poco, todo de materiales reciclados.

Antes les hablaba de llevar lo racial con encanto, a lo Rossy de Palma, algo que no va a hacer la influencer María Pombo que ha vuelto a pasar por el quirófano por segunda vez, dado que no salió contenta de la primera rinoplastia. Y yo ya a estas alturas de mi vida, creyendo haber desarrollado algo de tolerancia y empatía, no sé si es medio normal con veinte años pasar por quirófano por cuestiones estéticas con tanta frecuencia o si acaso no será lo más comprensible del mundo el querer gustarse a una misma. Supongo que la virtud está en el término medio, pero dos operaciones de nariz en tres años coloca el término medio de operación estética de nariz nueva por año nuevo.

Lo que puede comprarse de dos en dos es ahora el oso de Tous al peso, como en la frutería, ¡vaya! A raíz de que descubrieran que el relleno de los osos podía contener otros materiales que no fueran los de la cubierta, el mundo está dividido entre los que defienden que la belleza está en el interior; y los que piensan que, el interior si está vacío, que cueste menos.

No sé a qué viene ahora la protesta por los osos de Tous, porque hay cosas de sentido común, y si pagamos 40 euros por un solo colgante pensemos mejor. La investigación de la Audiencia Nacional habla de una "presunta estafa y publicidad engañosa". Y me parece lo más comprensible del mundo que los rellenos no sean ni de plata ni de oro. En este sentido, la Asociación Española de Joyeros, Plateros y Relojeros consideran también que la ley española permite que productos de metales preciosos lleven rellenos de otros materiales, y es algo que se lleva haciendo por los siglos de los siglos. Amén.