Todo lo que la industria de la moda le debe a Almodóvar

Comentario que podría pasar por pura improvisación de no ser porque en los rodajes del manchego ese concepto no existe. Vamos, que aquella línea no era fruto de una ocurrencia banal entre toma y toma, sino una prueba de lo mucho que conoce Pedro esa industria, siendo capaz incluso de adelantarse a las tendencias que luego triunfan en pasarela.

Porque sí, hoy todos sabemos que Prada no solo es ideal para monja, sino incluso para el mismísimo papa. Pero en 1999, cuando se estrenó la oscarizada cinta, todavía quedaba una década para que Benedicto XVI lo certificara con aquellos famosos zapatos rojos que, aunque al final no lo fueran, en el imaginario popular siempre serán de la maison italiana.

Por supuesto este amor de Almodóvar por los diseñadores es mutuo. Y no hablamos solo de aquella famosa invitación de Donatella Versace animando al director a unirse al reto viral del Ice Bucket Challenge. Para las grandes firmas no hay pasarela más lujosa que aparecer en una película del manchego. De ahí que le prestan sin rechistar todo lo que les pida.

Todo lo que la industria de la moda le debe a Almodóvar

Él les devuelve el favor respetando sus diseños lo suficiente para su propia estético no canibalice esa prendas hasta hacerlas desaparecer. Todo un honor sabiendo que, cuando el adjetivo 'almodovariano' entra en escena, cualquier intento de reclamar una autoría individual es misión imposible. Digamos que en el momento que Pedro incluye algo en un plano, lo que sea, pasa a ser exclusivamente suyo. Y no porque él tenga intención de apropiarse de algo que no le pertenece –"Rosalía, guapa, que soy Pedro"–; sino porque directamente así lo entiende su público.

LA ESTÉTICA PRIMERO

En cualquier caso, habrá quien piense que es fácil tener a tu disposición a las grandes firmas cuando la fama te desborda y hasta Cannes te ha reclamado para ser presidente de su jurado. Y es cierto. Sería ridículo negar que existe un antes y un después en las colaboraciones de Almodóvar con diseñadores internacionales tras el estreno en 1988, y posterior nominación al Oscar, de Mujeres al borde de un ataque de nervios.