Deporte y Vida Llevar sujetador en casa: ¿sí o no?

Sí, debes llevar sujetador en casa

Embarazadas: deben llevar sujetador, para evitar que con la aumento de pecho se caiga, moleste más al moverte.

Lactancia: si estás dando pecho, es recomendable llevar, sobre todo por la subida de la leche. Cuidado al dormir, intentar dormir con una almohada extra para evitar la presión. Es una manera además de controlar la musculatura.

Deporte: siempre, dependiendo del tipo de deporte será de sujeción más fuerte, como en deportes de impacto. "Esto es muy importante porque el rebote del pecho al hacer ejercicio puede oscilar entre los 4 y los 14 centímetros con un sujetador normal, y los ligamentos de Cooper (la única sujeción de la zona) pueden dañarse si el pecho no está bien sujeto", añade la experta. Puedes mirar nuestra guía para encontrar el sujetador deportivo adecuado o las claves de cada deporte para elegir el mejor sujetador.

Reposo: si estás enferma, no puedes moverte, o vas a estar muchas horas relajada, tranquila, puedes optar por llevar un sujetador más ligero, sin aros, e incluso sin tirantes, para evitar cualquier tipo de presión. "Un sujetador sin aros puede ser suficiente; ofrecen una comodidad extrema gracias a copas preformadas de microfibra altamente transpirables, ligeras y suaves (también existe con aros, para quienes lo prefieren)", cuenta.

Deporte y Vida Llevar sujetador en casa: ¿sí o no?

Teletrabajo: lleva sujetador, será una manera de no abandonarte y hacer más presente que estás cambiando la forma de estar en casa. Hay modelos incluso que ayudan a mejorar la postura de la espalda mejorando la ergonomía, evitando dolores... Busca uno que tenga la espalda cruzada y que permita tirar de los hombros hacia atrás para asegurar la postura correcta.

Dormir: “Muchas mujeres lo utilizan porque les aporta comodidad y les hace sentirse bien con su imagen”, apunta Mireia Díez. Expertos en medicina estética recomiendan su uso durante las horas de sueño porque previene el envejecimiento prematuro de la zona, sobre todo el escote y las arrugas, y se evita que la piel soporte todo el peso del pecho de forma continua, a lo largo del tiempo, llevando a descolgamientos.

El sujetador adecuado: para saber cuál es la talla adecuada hay que mirar bien el contorno del cuerpo y la copa del pecho en sí. "Los tirantes y la construcción de la espalda son fundamentales en los casos de más pecho, para garantizar una sujeción, dado que existe también peso, y esos elementos son los responsables de sostenerlo". El sujetador de nuestra talla ni deja marcas, ni saca 'chichas' ni se sube al levantar los brazos.