Un ritual satánico con gallinas decapitadas

JAVIER MARTÍNEZ JMARTINEZ@LASPROVINCIAS.ES VALENCIA.

Tres gallinas decapitadas, una paloma muerta y un pequeño cuenco de barro con sangre cuajada. Los restos de un ritual satánico fueron descubiertos ayer por la mañana en un parque de Valencia junto al retén de la Policía Local de Ruzafa. Una vecina acudió alarmada a la policía para informar del macabro hallazgo. El reloj marcaba las nueve y media de la mañana. Las aves muertas estaban a escasos metros de un colegio. La escena ya había despertado la curiosidad de escolares y madres. Algunos de los menores incluso fotografiaron con sus móviles los animales sacrificados.

El revuelo en el parque era grande. De los comentarios pasaron a las cábalas en pocos segundos. Varios vecinos expresaron su opinión sobre un supuesto rito africano antes de que llegara la policía. «Esto es magia negra con gallinas muertas. Hay muchos inmigrantes en la Fuente de San Luis, y en sus países sacrifican animales para hacer ofrendas o deshacer el mal», conjeturó Vicente M., un vecino de la calle Pintor Sabater.

Poco después de que la mujer acudiera al retén de Ruzafa, varios policías locales se trasladaron al lugar y realizaron las correspondientes diligencias por un delito de maltrato animal. Los restos del ritual fueron hallados junto a un árbol en el cruce de las calles Paco Pierra y Pintor Sabater. Las cabezas de las aves estaban envueltas en un papel donde pintaron algunos símbolos satánicos. Tras fotografiar las gallinas decapitadas, los agentes avisaron a la empresa que recoge los animales muertos en la ciudad de Valencia. Minutos después, el parque recobraba la normalidad.

Un ritual satánico con gallinas decapitadas

Según un sacerdote experto en sectas, cuya identidad omitimos por deseo expreso de la fuente, en la mayoría de los rituales satánicos los animales se sacrifican para beber luego un poco de sangre, como un símil del momento de la eucaristía cuando el sacerdote bebe la sangre de Cristo. Así, algunos ritos son «simples burlas del significado que tiene el sacrificio en la religión cristiana», asevera el sacerdote.

Los animales que matan son principalmente comestibles, como gallinas, palomas o corderos, y las ofrendas sirven para las invocaciones litúrgicas de grupos muy reducidos de personas. En los últimos años se han detectado restos de rituales con animales decapitados en varias poblaciones de la Comunitat Valenciana. Los lugares donde celebran las macabras ceremonias son muy variados: cementerios, casas abandonadas, parques, bosques y hasta en el viejo cauce del río Turia en la ciudad de Valencia. El artículo 337 del Código Penal castiga con pena de tres meses a un año de prisión el delito de maltrato animal.

Según el experto en sectas, la crisis económica se convierte en un caldo de cultivo para la proliferación de estos grupos, y los líderes captan adeptos entre las personas más vulnerables de la sociedad. Lo que comienzan siendo actividades gratuitas o rituales para alejar el mal, pasan a ser conferencias semanales -bajo la apariencia de actos culturales o filosóficos- o sacrificios de animales, y acaban atrapando a la persona y anulando incluso parte de su voluntad.

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